jueves, 4 de octubre de 2012

ENTRE LINEAS: EL CUENTO O LA VIDA


Este es el título de un libro escrito por Luis Landero, Alburquerque 1948, en el que se nos muestra lo que es la literatura desde el punto de vista de un lector, de un profesor y de un escritor, pues las tres cosas ha sido y es Luis Landero.

Se nos cuenta  la vida de un niño que vivía en un pueblo de Extremadura que tenía un bonito castillo, que  como tantos extremeños  en los años sesenta del siglo pasado, se vio obligado a emigrar a Madrid.

Los relatos de una abuela  contados de forma oral, debajo de un árbol,  un evónimo, llamado también  bonetero de Japón, son el detonante para que el niño empiece a amar la literatura.

El niño pensaba que todas las cosas sucedían en países lejanos, que en su pueblo no pasaba nada. Pero luego se vino a Madrid, pasaron los años y el profesor supo:

Que era entonces, en la infancia, cuando vivía realmente en un país lejano, lleno de maravillas que no supo ver hasta que la nostalgia se le ofreció en la lejanía, convertido ya en materia poética.

Que su dulzura es la naturaleza y el verano, que es tanto como decir la melancolía de la infancia...

Que la literatura ha acabado por ser, después de la tormenta, una reparación de daños

Que basta para colmar el afán de paz y de belleza: el moradito nuevo del cantueso, el amarillo entre irreal y comestible de la retama, el blanco rugoso de las jaras, el verde de las encinas florecidas...

Hay muchas semejanzas, salvando todas las distancias, entre su pueblo y el nuestro, entre sus paisajes y los nuestros, y sobre todo, entre sus sentimientos y los nuestros.  

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